viernes, 19 de abril de 2024

"De lo que siento acerca del mañana, lo más parecido a una certeza es que Joana y yo no volveremos a vernos. Cuán distinta sería la vida si la muerte fuese esperar muchos millones de años para podernos encontrar de nuevo, aunque fuese tan sólo durante unos breves instantes. Pero el abismo que nos separa es el abismo del nunca más. Los treinta años que hemos vivido juntos son ahora el único contrapeso y mi tesoro."

así empieza joan margarit el prólogo a "joana", el libro de poemas que escribió tras la muerte de su hija joana... 

un libro precioso y doloroso... sí que es verdad que aquí se junta mi fascinación por joan margarit (que casi sin darme cuenta se está convirtiendo en uno de mis poetas favoritos) y mi fascinación por los libros de duelo... 

(además, el joan margarit, ya me ha dado las palabras que necesitaba con sus poemas varias veces...)

pero sigo sin saber hablar de poesía más allá de lo triste y a la vez reconfortada que me sentí leyendo este libro... así que copio tres poemas, que he copiado en mi antología del duelo (mis distintos tonos de color negro) 

(también me he quedado con cuatro poemas para mi antología de pájaros...)

el primero que dice:

Mientras tú duermes

En la plaza tomada por la lluvia
miro la alta ventana iluminada
que no quiero perder: no he de rendirme
a la condena de la vida.
Este lugar ya no es de la ciudad:
una plaza sin nadie con la luz
de hospital reflejándose en los charcos.
Las puertas automáticas
se abren de vez en cuando y dejan paso
a una oscura figura rutinaria.
Unas muletas cruzan, invisibles, la calle
y se acercan a uno de los coches, el nuestro,
el que nos llevará bajo la lluvia
hacia el silencio del dolor futuro.
Tu calidez efímera. 
Triste felicidad la de esta paz
mientras recuerdo que tú y yo teníamos 
mañanas que guardaban nuestros ojos.
Me daba tanto miedo
dejarte sola un día.
Por débil y pequeña que en la noche
llegue a ser la ventana iluminada,
éste es mi consuelo:
no habrá más desamparo ya que el mío. 

también esta súplica que me llegó al alma...


Súplica 

De esta invernal mañana, amable y tibia,
por favor, no te vayas.
Quédate sumergida en este patio
como si hubieses naufragado
dentro de nuestra vida.
Bajo el laurel, entre las aspidistras 
de románticas, verdes y anchas hojas,
por favor, no te vayas, no te vayas.
   
Todo está preparado para ti.
Quédate, por favor, y no te vayas.
Dime si lo recuerdas: necesito
unas palabras con la clara y honda 
voz de la ausencia para preguntarte
por la fugacidad
de tu victoria sobre el nunca más. 
Pero callas, descansas en tu ayer, 
un lecho de tristeza fulgurante.
   
Te has ido encerrando durante ocho meses
en el capullo de la oscuridad,
y ahora, horrorizada por la luz,
surge aleteando la furiosa,
pálida mariposa de la muerte.
Pero, si estás muriéndote, aún vives, 
y hago estallar la última alegria
de tu rostro cansado mientras tomo
entre las mías tus pequeñas manos.
   
Y me repito:
morirse todavía es vivir.
De esta invernal mañana, amable y tibia,
por favor, no te vayas, no te vayas.


y este último porque es una preciosidad...


La espera

Muchas cosas te están echando en falta.
Cada día se llena de momentos que esperan 
esas pequeñas manos
que cogieron las mías tantas veces.
Hemos de acostumbrarnos a tu ausencia.
Ya ha pasado un verano sin tus ojos
y el mar también tendrá que acostumbrarse.
Durante mucho tiempo todavía, 
la calle esperará ante nuestra puerta, 
con paciencia, tus pasos.
No se cansará nunca de esperar:
nadie sabe esperar como una calle.
Y a mí me colma esta voluntad
de que me toques y de que me mires,
de que me digas qué hago con mi vida,
mientras los días van, con lluvia o cielo azul,
organizando ya la soledad.

una preciosidad... 


y ahora me estoy leyendo "fatal, gracias", de oti corona... uno de los libros que me regalaron mis hermanas por mi cumpleaños, que mi hermana la pequeña (conocida como nonó) se está leyendo también en este momento...

jueves, 18 de abril de 2024

abril está siendo complicado... 

anoche acabé de leerme el libro "sobre la libertad. cuatro cantos de restricción y cuidados", de maggie nelson, que ha sido un placer leer, pero que también me ha provocado cierta angustia... 

y ha sido un placer, porque me cae bien maggie nelson, porque escribe bien, y porque es muy clara... aporta muchas citas y mucha bibliografía sobre los temas que aborda, que son varios: maggie habla de la libertad, y habla también de los cuidados, del sexo, del consentimiento, del metoo, de las dudas, de las zonas grises, de la interdependencia, de la violencia, del miedo, de las drogas, de la discriminación racial, de budismo, de la maternidad, de los trenes, del cambio climático... y en medio de todo esto, de la pandemia que la pilla escribiendo el libro y que va cambiando la realidad y ciertas cosas que creíamos seguras y que con la pandemia se nos cambiaron...

pero como decía también me ha provocado cierta angustia la parte final, porque yo tampoco sé enfrentarme al cambio climático, yo tampoco tengo soluciones, yo también tengo miedo, y aunque no he tenido hijos, me preocupa el mundo que vamos a dejar a los que hoy son niños (las visiones de mis sobrinos en una especie de película mezcla de madmax y peli de terror postapocalíptico no me son ajenas) y la lectura del libro de maggie ha reactivado mis miedos y mi angustia por un futuro más que incierto... 

maggie nelson va citando y va contando cosas suyas, y el ensayo sobre la libertad se convierte en autoficción con citas... un placer leer a esta mujer...


y anoche retomé la lectura de "todos los poemas" de joan margarit (que descubrí con horror hace unos días que en realidad no contiene todos los poemas, sino casi todos, ya que mi edición de austral incluye la poesía de joan margarit de 1975 a 2017, y he visto que ha salido una nueva edición que llega hasta 2021 y que tiene un libro más que la mía no tiene, así que ahora mismo no sé qué haré cuando me termine el que tengo, si buscar el libro que me falta o si comprarme todos los poemas otra vez... ya veré... ), y empecé a leerme el poemario "joana", el que escribió joan margarit cuando falleció su hija joana... 


(y hoy hace tres años que el fin del mundo empezó, pero yo aún no lo sabía (wne se fue a urgencias y se quedó ingresado en el hospital... ya no salió), y dentro de tres días nos dieron el diagnóstico y entonces empezó oficialmente el fin del mundo... y a mí el pensamiento mágico ya se me ha disparado (en realidad lleva disparado desde nuestro aniversario) y ya estoy haciendo cuentas mentales de cuando dormí y no dormí en el hospital (y preguntándome porqué no lo evité de algún modo, cuando de sobra sé que no podía evitarlo... y sobretodo preguntándome porqué tal día como hoy no me fui al hospital y me negué a salir de allí en el mes que nos quedaba... aunque sé que entonces no sabía que nos quedaba un mes, no puedo evitar arrepentirme de haber perdido parte del tiempo que nos quedaba trabajando o durmiendo, porque poco más hice durante ese mes, ir al hospital, dormir, trabajar y lavarme el pelo...), y sé que de nada sirven los arrepentimientos, pero es complicado todo, y no puedo parar de pensar que hoy hace tres años que el fin del mundo empezó y yo aún no sabía que el fin del mundo había empezado...)  


lunes, 15 de abril de 2024

y terminé de leerme el "diario a los setenta" de may sarton... un placer y una maravilla... may sarton, como creo que ya he dicho, me cae bien, leerla es como quedar con una amiga, con una amiga muy sabia y muy entretenida, que te va contando cosas de su día a día, a quién ha visto, quién le ha escrito, que ha estado leyendo, y como se ha sentido... una preciosidad de libro, que me ha transmitido mucha paz (aunque admito que me ha inquietado un poco que may sarton a sus setenta años tuviera más vida social (mucha más vida social) de la que tengo yo a mis cuarenta y seis años...)


y al final compré "baumgartner" de paul auter, y me la empecé a leer el sábado por la tarde, pero el sábado por la tarde yo no estaba muy centrada... así que leí un poco y paré para hacerme un café, y estuve viendo chorradas en instagram, y leí cinco o seis páginas más, y me hice otro café y decidí guardar las chaquetas de lana y sacar las chaquetas de entretiempo... pero cuando acabé, me di cuenta de que me faltaban un par de chaquetas de entretiempo, que deduje que se quedaron dentro de los bolsos que usaba el verano pasado, así que en vez de leer, me puse a ordenar esa habitación que uso para ir dejando todo lo que no sé dónde poner exactamente... y aparecieron las dos chaquetas que estaba buscando, y un par de chaquetas más que no recordaba que tenía, y que fue una alegría encontrar, además de tres pares de calcetines que había dado por perdidos hace tiempo, unos leggins, una camiseta de tirantes que llevaba meses echando de menos, y un montón de totebags que me entretuve en ordenar... estaba tan entretenida ordenando la habitación-trastero que a punto estuve de ponerme con el cambio de armario... pero recordé que abril es un mes complicado (anímica y temporalmente) así que en vez de seguir ordenando cosas, me metí en la ducha...

la noche se me fue hablando por teléfono con mis hermanas... hora y media con una, hora y cuarto con la otra... así que me leí unas diez páginas más de la novela del auster y me fui a dormir, agradeciendo a mis hermanas su ayuda para sobrevivir al no-cumpleaños...

he de decir que superado el sábado, el domingo la novela de auster consiguió engancharme, y me la leí casi, casi del tirón, antes de que la comida familiar empezase...

es la historia de baumgartner, un escritor de setenta años (creo que la vida quiere que entienda algo sobre los setenta años, que por cierto, son los que tiene mi padre en este momento...) que perdió a su mujer nueve años antes, y que aún lo está asimilando... y paul auster nos cuenta la historia de amor de baumgartner y anna (su esposa fallecida) y también la historia de sus padres, de su hermana (un poco solo) y también están los papeles de anna (curiosa casualidad), y su historia con otra mujer a la que le pide matrimonio, y una estudiante interesada en la obra de la difunta anna... de lo más entretenido, de verdad...

(el problema, como ya me ha pasado otras veces, es que sé que paul auster no es viudo, nunca ha enviudado (me metí en la wikipedia para comprobarlo), y así como en las memorias o autoficciones sobre duelos, doy todo por bueno, me haya pasado a mí o no, porque sé que me están contando lo que sintieron o lo que pasó, incluso lo que no pasó, y digamos que me lo creo todo, que todo me sirve, que todo me aporta; con las ficciones de duelos niego con la cabeza cuando no estoy de acuerdo, cuando, no sé cómo decirlo, siento el duelo sobreactuado, cuando algo me chirría, cuando (voy a decirlo) no me lo estoy creyendo... claro que sé que es un problema mío, y que no tiene nada que ver una novela con unas memorias o un diario...)

que está muy bien, que es cortito y de lo más entretenido, que yo creo que a él le habría gustado su regalo de cumpleaños, y que al final poco importa, poco amor o poca vida, sólo es un truco más para atenuar nuestra herida (que diría bukowski...)


y después de pasar la mañana del domingo leyendo a paul auster, y después de la comida familiar, que ayer se alargó (como los días) hasta las siete de la tarde, me leí "la visión del juicio. poemas de amor" de lord byron, uno de los libros que me regalaron mis hermanas para mi cumpleaños, y que me hizo mucha gracia, por él solía regalarme los preciosos libros de poesía que publica la editorial alba, y es más que probable que en algún momento me hubiera regalado éste de lord byron... que por cierto, ha sido un placer leer... porque aunque creo que hay determinados autores que hay que leer antes de cumplir los treinta años (y byron es uno de esos autores, que no sé porqué creo que hay que leer de joven para que te impresione todo lo que te tiene que impresionar), también creo que una vez leídos esos autores a la edad indicada, una se impresiona tanto, y les pilla tal cariño, y les profesa tal devoción, que los puedes seguir leyendo pasados los cuarenta, porque aunque ya no estás en edad de impresionarte, algo queda de tu yo adolescente...


y antes de irme a dormir me empecé (por aquello de que no puedo estar sin un libro empezado) "sobre la libertad" de maggie nelson... (porque antes de que el fin del mundo empezara, justo después del libro de may sarton que me regaló mi padre hace tres años, me leí un libro de ella ("bluets") que me regaló mi hermana la mediana?... sí, ese podría ser el motivo... porque me compré el libro de la maggie nelson hace meses, y no fue hasta anoche que se me ocurrió empezar a leerlo... otro truco de esos...)

así que de momento estoy leyendo el libro de maggie nelson...


viernes, 12 de abril de 2024

y después del libro de ellen gilchrist, me leí "h de h playbook" de anne carson (el libro que me compré de su parte, pero si no debo comprarme libros "de su parte" o al menos, si lo hago, no debo decirlo en voz alta (no sé si porque comprarme libros "de parte" de mi amor muerto es de loca, o simplemente porque nombrarlo incomoda (y ahora me acuerdo de lo que me contó julian barnes en sus maravillosos "niveles de vida" y no puedo evitar sonreír y darle las gracias una vez más por semejante maravilla de libro), pero el caso es que si no debo decir estas cosas, no sé si debo explicar porqué, cuando me enteré de que vaso roto sacaba un nuevo libro de anne carson, lo encargué en mi librería favorita, pedí que me lo envolvieran (mis amigas de la librería que está en la esquina de parís con valencia, son así de majas) y lo guardé en el armario hasta el día de mi cumpleaños... pero así fue... y no creo que haya nada malo en hacer algo así... lo que haré será dejar de contar estas cosas... aunque como el blog es mío, creo que puedo seguir confesándome aquí...))

el caso es que me compré "h de h playbook" por mi cumpleaños, porque él me lo habría comprado, y porque estoy enamorada de anne carson y quiero tener todos sus libros... 

(no hay que olvidar lo que pagué hace años por la descatalogada hasta hace poco "la belleza del marido" que no recuerdo si me llegó de una librería argentina o de una de estados unidos, pero que me costó un pico, entre los portes y lo que costaba en sí el libro...)

el caso, es que como en "norma jean baker de troya" o en su "autobiografía de rojo", anne carson adapta a su manera una tragedia griega... en este caso "heracles" de eurípides (tragedia que confieso consternada no haber leído, y eso que he leído bastante a eurípides, pero sí que es verdad que me sabía la historia por haberla leído en otras fuentes), en la que heracles (hércules si eres más de mitología romana que de mitología griega), vuelve a casa y asesina a su mujer y a sus hijos por culpa del estrés postraumático... eso pero a lo anne carson... una maravilla (si te gusta anne carson, claro)...

  
y después del libro de anne carson, me estoy leyendo "diario a los setenta" de may sarton, libro que le pedí a mi padre que me regalara, porque aunque él no lo sabe (se lo he contado ya un par de veces pero se le olvida) tenemos una tradición, y es que lleva cuatro años regalándome los diarios de may sarton que va publicando poco a poco la editorial gallo nero por mi cumpleaños...

(eso y que el primer libro que me leí de may sarton, el de "anhelo de raíces", que me regaló mi padre por mi cuarenta y tres cumpleaños, fue uno de los últimos libros que me leí antes de que el fin del mundo empezara, y cada vez que leo a may sarton, de alguna manera intento volver a esa paz y a ese sosiego (esa dicha) que sentía en ese momento, pero aunque ni con el "diario de una soledad", ni con "la casa junto al mar", lo he conseguido, la verdad es que may sarton me encanta, me cae bien, es un encanto y escribe bonito... así que aunque no consigo volver a evocar esa sensación, leerla es siempre un placer...)

así que me estoy leyendo "diario a los setenta", y may sigue en la casa junto al mar, y como el título indica, ya ha cumplido setenta años... y celebra sus setenta, y sigue cuidando del jardín, y recibiendo visitas, y haciéndolas, y dando recitales de poesía, y firmando libros, y escribiendo el diario, y poesías (señores de gallo nero: para cuándo una traducción de las poesías de may sarton?... yo la compro en preventa si hace falta!...) y también una novela... y anoche murió judy y tuve que cerrar los ojos (cierro los ojos sin darme cuenta durante varios segundos cuando alguien muere en los libros que me leo últimamente, y también cuando a alguien le diagnostican un cáncer...), y respirar hondo, y acabé llorando, porque ayer hizo tres años que mi amor se fue a urgencias la primera vez (cuando le dijeron que tenía anorexia nerviosa y lo mandaron a casa) y me pase el día un poco inquieta (y repitiendo mentalmente: anorexia nerviosa, anorexia nerviosa, anorexia nerviosa...) y triste (y puede que enfadada) y la muerte de judy (el gran amor de may) me pilló desprevenida y floja... 

así que paré de leer, me fui a la cocina a fumarme un cigarrillo, y decidí que lo mejor era irme a la cama, leí un rato más a may sarton, y hoy parece que estoy más centrada (claro que mañana es/era/sería/habría sido (lo de los tiempos verbales sigue siendo complicado determinados días del año) su cumpleaños, y aún no sé si regalarle el último del paul auster o el último del eduardo mendoza... y me imagino que si no debería comprarme libros de su parte, igual tampoco debería comprarle libros por su cumpleaños, pero no voy a preguntar, por si acaso...)



 

jueves, 11 de abril de 2024

y después de leer a forugh farrojzad, me leí "la soldada" de paulina tuchschneider, que cuenta cuando la escritora tuvo que hacer el servicio militar obligatorio en israel...

y no sólo cuenta la instrucción, lo complicado que era estar lejos de casa, lo extraña que sentía, es que además a los pocos meses estalló una de las guerras del livano... y claro, hacer el servicio militar no es lo mismo que estar en guerra...

que me ha caído bien paulina tuchschneider...


y después de "la soldada" me leí "la enfermedad y sus metáforas. el sida y sus metáforas" de susan sontag... y aunque el tema es complicado, siempre es un placer leer a susan sontag...

la sontag es de esas autoras a las que se me olvida cuánto me gusta leer... porque de verdad es un placer y una especie de privilegio leerla...

en "la enfermedad y sus metáforas", la enfermedad es el cáncer... y la sontag tira de experiencia y de lecturas, y cita y cuenta, y mezcla las metáforas sobre el cáncer y sobre la tuberculosis, y sobre la sífilis... 

metáforas de guerra, metáforas que encubren... 

y en "el sida y sus metáforas", escrito diez años después, la sontag se aplica al sida, como en el anterior se aplicó al cáncer... y habla de miedo, y habla de encubrimiento, y habla de la gripe de 1918, y de áfrica, y de polémicas de la época que me han recordado de lejos a cuando durante la pandemia se nos fue la cabeza de manera colectiva...

es complicado hablar de un ensayo, pero leerlo ha sido una maravilla...

dice al final la sontag que: "No se nos está invadiendo. El cuerpo no es un campo de batalla. Los enfermos no son las inevitables bajas ni el enemigo. Nosotros -la medicina, la sociedad- no estamos autorizados para defendernos de cualquier manera que se nos ocurra... Y en cuanto a esa metáfora, la militar, yo diría, parafraseando a Lucrecio: devolvámosla a los que hacen la guerra."

un placer leer a la sontag...


y después de los dos ensayos de susan sontag, me leí "los papeles de anna" de elle gilchrist, una maravilla de novela...

"los papeles de anna" nos cuenta la vida y la muerte de su protagonista, anna, sus amores, desamores, sus matrimonios (tuvo varios), sus amantes, su relación con su familia, con sus hermanos, con sus sobrinos, los abortos que tuvo, lo que le supuso no ser madre... y anna deja tras de sí un legado de papeles, porque anna es escritora, de los que tendrá que hacerse cargo su hermana, con la ayuda de un amigo de anna que es poeta...

una maravilla... de verdad...


y el lunes fue mi cumpleaños (ya van cuarenta y seis años...) y aunque yo no lo quería celebrar, acabé desayunando (porque mi sobrina la mayor es un encanto y me trajo el desayuno a casa), almorzando (porque una de mis mejores amigas vino con su marido y con su hija a invitarme a un café), comiendo (porque vinieron mis hermanas y mi sobrino nuevo a casa de mis padres y pedimos un montón de sushi), merendando (porque una amiga muy maja me invitó a otro café aquí al lado de casa), y soplando las velas (porque mi primo el abogado, su futura esposa y mis sobrinos pequeños, vinieron al bar donde yo me estaba tomando un café, con una coca de llanda y una vela para que la soplara...) y yo, que no quería celebrar nada, empecé desayunando a las nueve de la mañana y volviendo pasadas las diez del último café que me tomé...

y además de mucho café y bastante sushi, también me regalaron libros (de momento tres, más uno que me había comprado yo (de su parte (lo pongo entre paréntesis porque dicen por ahí que es mejor que deje de hacer (o al menos de decir) estas cosas)) y dos que no llegaron (que tienen que llegar esta semana), y cuatro más que una amiga (la que vino a almorzar conmigo) que está vaciando estanterías (y me mandó las fotos de los libros que va a donar para ver si quería alguno) me va a dar... y otro que me regaló otra amiga (la que se tomó un café conmigo por la tarde), lo que no es mal botín de cumpleaños...)